EL SUPERPODER DE SER MUJER
Escrito por Roxana Varas Coppiano
Dejamos atrás el 2020, aún nos retumba en la cabeza las llamadas para decirnos que alguien querido perdió la lucha contra el virus, aún tenemos en el corazón el dolor de las ausencias y del distanciamiento, dijimos adiós al 2020 pero tenemos mucho de él, fue un año de terror, zozobra y angustias, pero también de aprendizaje, aunque la frase suene trillada así es, aprendimos mucho, para mí la palabra clave de todo lo aprendido es “Empatía” y cuando quiero definirla pienso inmediatamente en alguien que aprendí a querer, a respetar y a admirar durante este año tan difícil , Martha López.
Marthita como le decimos los amigos, nació en la ciudad de New Jersey, estado de NY, USA, un 25 de Octubre, de padres ecuatorianos, vivió en los Estados Unidos hasta los cinco años porque sus padres querían que fuera a la escuela en Ecuador, hicieron un largo viaje en carro desde Estados Unidos hasta Panamá, ese recuerdo lo mantiene muy vivo porque fue una de las experiencias más lindas de su vida.
Cuando tenía 11 años su familia ingresó a una iglesia que se regía por principios y reglas tal cual una secta, ese ambiente de extremo fanatismo la llevó a su primer matrimonio a los 20 años, puesto que parte de las obligaciones de las mujeres de la “iglesia” era atender al hombre y tener hijos, por supuesto estudiar y tener una vida profesional no estaba contemplado para nada, cuando yo escuche eso créanme se me heló la sangre, no podía creer que estaba hablando con alguien cuya vida había sido secuestrada por una “ secta machista “ en pleno siglo XX.
El padre de sus hijos era misionero de la “iglesia” y cuando se casaron vinieron a vivir a Miami, como era de esperarse ese matrimonio fracasó, los abusos emocionales y psicológicos eran el pan de cada día, no hubo abuso físico pero los anteriores son tan dolorosos y crueles como los golpes. Tuvo tres hijos que fueron su motivación para dejar a su primer esposo, no quería que ellos sufran esa vida de opresión, pero esa decisión le costó uno de los mayores dolores de su vida, su familia le dio la espalda puesto que abandonar la “ iglesia” y a su marido fue el mayor de los pecados para ellos. Muchos dirán pero porque no se fue antes, yo les contesto, creció en ese medio, no conocía a nadie más que no sea la gente de su “iglesia”, su mundo era ese , a los 20 años cuando se casó se sentía como una niña de 13, pero esa niña encontró fortaleza en su instinto maternal.
Aquí en los Estados Unidos fue donde empezó la lucha por la custodia de los niños, ella sola con tres hijos, sin trabajo, sin conocer a nadie, porque su círculo era su familia, pero a pesar de todo estaba convencida de que era lo que tenía que hacer siguió adelante para liberarse de su opresor.
Vivir en un ambiente religioso de fanatismo absoluto no te deja muchas opciones, es una carga emocional muy grande que desorienta y aterra, por lo menos eso creo yo, que al escuchar esta historia sentía una fuerte presión en el pecho. Y es así que en medio de esa lucha de supervivencia aparece su segundo esposo alguien que también había abandonado la famosa “iglesia” y aparentemente estaba en el mismo camino de liberación que Marthita. Pero no fue así, fue aún peor. Este hombre mantenía la conducta machista y más violenta y controladora que el anterior, con él si hubo agresiones físicas, hasta abuso a una de sus hijas, y llegó nuevamente el momento de huir de este nuevo infierno ahora con con hijos y marcas profundas en la piel y el alma.
Labor titánica, a mi criterio, fue salir adelante después de semejantes experiencias, encontrar un camino en el que pudo estudiar , trabajar, educar a sus hijos , formarlos en un ambiente libre de pensamiento y acción, convertirse en Socióloga y psicóloga. No es fácil con dos hijos, no puedo imaginarme con cuatro, con tantos temores y miles de heridas.
Empecé diciendo que cuando pienso en Empatía es Marthita quien viene a mi mente, porque alguien que a pesar de haber vivido una historia como la de ella, está inmersa en una lucha constante por la igualdad, el derecho de las mujeres a tomar sus decisiones, por la justicia social, por todas las causas que defienden a los seres a caminar libres hacia su realización, ni el dolor ni la frustración pudo cambiar el alma de esta increíble mujer. Al contrario la hizo más grande, más sensible, más humana. “Me costó años, de lecturas, terapias, estudiar, entenderme y entender. Creo que recién a mis 40 años puedo decir que me encontré a mí misma y tomar el timón de mi vida”
Hoy, mi querida Marthita, está felizmente casada con un hombre muy bueno, gran esposo, hombre, padre y profesional. Juntos formaron Badiguana Productions (www.badiguanaproductions.com), empresa en la que ella se desempeña como diseñadora de arte y productora. Además hace poco obtuvo su licencia de Agente de Bienes Raíces y trabaja en una prestigiosa empresa en la ciudad de Murfreesboro en el estado de Tennessee, Estados Unidos, donde reside con su familia.
Disfruta de sus cinco hijos, cómo era su sueño, de su guitarra, su piano, el canto, porque el arte es lo suyo, fue su refugio y ahora su manera de agradecerle a la vida por haberse encontrado a sí misma y poder dejar un mensaje de esperanza y amor.
Le pregunte que pasó con su relación con sus padres, si guardaba resentimientos por haberla dejado sola en un momento tan difícil, si volvió a tener contacto con ellos y su respuesta fue: : “Sí, volvimos a vernos, tuvimos buenos momentos. Hasta sus últimos días, traté de entenderlos y perdonar, después de que murió mi madre, mi padre se salió de la iglesia y fueron dos años que pudimos tener la relación que siempre quise para los dos, no puedo guardar resentimientos son mis padres y yo su única hija”
No podía faltar la pregunta que caracteriza a esta secuencia de entrevistas, ¿Cuál es tu súper-poder? Y me dijo Empatía , está más que claro después de haberla escuchado porque fue esa su respuesta, y porque yo la identifico con esa palabra, pero yo diría que esta chica de carácter firme y corazón generoso tiene más de un súper-poder. Para mi Martha López es sinónimo de Valentía, Decisión, Rebeldía, Fortaleza, Osadía, todas esas cualidades que escribo con mayúsculas porque las admiro inmensamente, es una mujer sabia a pesar de su juventud, estudiosa e incansable defensora de los derechos de las mujeres porque sabe lo que es no tenerlos.
No pude tener una mejor invitada para mi primera nota del 2021 , un gran ejemplo de superación, de victoria ante las adversidades, esta mujer que tuvo un 2020 por largos años pero que lo superó todo, que nunca perdió su sonrisa, ni su sensibilidad y hoy es LA SEÑORA MARTHA LÓPEZ UNA REBELDE CON UNA GRAN CAUSA .