Escrito por Stefania Romero
Si deseas un mundo mejor, lo primero que has de pensar es en tomar conciencia de tus acciones, pensamientos y sentimientos. Obsérvate y trabájate para transformar todas aquellas cosas de ti que no te acaban de gustar. Piensa en la frase: «No voy a hacer a los demás lo que no me gusta que me hagan a mí», aplicarlo en tu día a día va a hacer que tu vida dé un maravilloso cambio. Primero hemos de empezar por nosotros mismos, y ser el ejemplo para nuestra familia, sobre todo para nuestros hijos, que ellos copian todo lo que hacemos los padres. La clave está en tomar consciencia, despertar la consciencia. El cambio empieza en nuestro interior, y luego se irá reflejando en el exterior.
Foto: tugiganteinterior.com
STEFANIA ROMERO LAVID. Por sobre todo MUJER. Mujer que ama, que ama que la amen; que cuida, que quiere que la cuiden y que se entrega por entero, pero ¡ay! Que la traicionen. No se atrevan. Mujer, madre, hija, nieta, novia, amiga. Que ama a los suyos, que extraña a su abuelita por quien quisiera detener el tiempo para regresar aquel día que nos despedimos sin saber que la vida nos separaría. Mujer trabajadora, luchadora, emprendedora, sincera, demasiado sincera, a veces presumida y odiosa, a veces adorable e insustituible. Mujer que estudió en la escuela de cosmetología Esperanza Ferra Soto en la que aprendió a maquillar el rostro, pero que jamás aprendió a maquillar el alma. En ese rincón invisible del cuerpo soy como soy, sin máscara, ni maquillaje, sin postizos. Allí soy como en la vida: auténtica, integra, leal, fiel. Con fallas con todos, pero con virtudes que me hacen única.