Ya no hay niñez que se aventura a trepar la cerca del patio, para coger mangos caídos de otra casa. Ya nadie se regocija con los reflejos del sol en un charco de agua. Nadie se estremece con el tajo hirviente de una mirada coqueta. Por qué no se asombran con los detalles cotidianos como la de las formas de las nubes? Nadie siente paz con la sombra del pelo de la mujer que ama … debo de estar viejo para hablar de esto …si eso debe de ser.
Foto: dw.com
ÁLVARO LÓPEZ ESPINOZA
…me presento, soy ese que uds ven en el espejo todos los días