Esta semana, el Departamento de Comercio estadounidense (Commerce Department), reveló que las ventas minoristas cayeron un 8,7% en el mes de mayo. Es la mayor caída desde que dicho departamento comenzó a prestarle atención de forma detallada a estos datos desde hace casi 30 años. Se trata de una cifra sin precedentes. Especialmente si se considera que el gasto del consumidor impulsa dos tercios de la economía de los Estados Unidos.
El deterioro de las ventas supera con creces el descenso récord anterior que alcanzó el 3,9%, el cual tuvo lugar durante la época más crítica de la Gran Recesión acaecida en noviembre de 2008. Esta vez, las ventas de automóviles cayeron un 25,6%, mientras que las ventas de los almacenes de ropa colapsaron, cayendo 50,5%. Los restaurantes y bares sufrieron una caída de aproximadamente el 27% en sus ingresos (con pena vi cerrar el pub irlandés “John Martin’s, ubicado en el corazón de “Miracle Mile”, Coral Gables).
La confianza del consumidor estadounidense se ha desplomado, asimismo, la gran mayoría se encuentra resguardándose en sus hogares bajo órdenes gubernamentales. El desplome en las ventas minoristas es un síntoma de la fuerte recesión en la cual la mayoría de los economistas advierten que EE. UU., ya ha ingresado. El gigante financiero JPMorgan Chase, pronostica que la economía de EE. UU., se reducirá 40% en el trimestre de abril a junio.
Si bien las tiendas de venta de comestibles y los minoristas en línea han visto un aumento en el consumo (aumentaron un 26%), no ha compensado las pérdidas ocasionadas (ni tampoco lo han logrado aquellos pedidos procedentes de las medidas “quédate en casa-stay at home”), las cuales han derivado en el cierre de muchos negocios.
De acuerdo con la información divulgada, el comercio minorista es la segunda industria más grande de los EE. UU., (detrás de la de la atención médica), y representa más de uno de cada 10 empleos.
Esta semana las personas comenzarán a recibir cheques provenientes del estímulo gubernamental aprobado hace pocos días por el Congreso estadounidense, y muchos destinarán ese dinero para realizar pagos de diversas facturas, alquileres y alimentos.
Empero, las cifras de desempleo ya están en un nivel muy comprometido, y la última caída minorista podría crear un efecto dominó nunca antes visto.
James Neale Yerovi Socio
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Estrategia Dinámica, Finanzas Corporativas, y Mercadeo Cuantitativo