El esqueleto me pesa, me pesa la sombra y el pensamiento,
cáando en la noche descansa mi humanidad en la cama
e imagino el tejido de venas, el sonido de arterias,
una vida interna que se mueve dentro de mí a su voluntad,
sin yo saberlo,
Detrás de mis senos, debajo de mis huesos
una bomba de sangre que esparce vida a todo mi cuerpo,
La silenciosa vida que se mueve dentro de mí ser,
cómo si yo fuera un árbol, donde le caminan a su voluntad, insectos, gusanos, mariposas,
Todo un universo dentro de mí, una máquina con engranajes que animan y mueven cada falange,
cada poro de mi piel está despierto,
mucho, demasiado despierto,
viva, demasiado viva, para tener el alma tan desamparada.
Es que todo lo que tiene que ver con mi simiente
fue creado tu vientre
Partiste con tus ojos pero me dejaste tu mirada.
Siempre eterna madre amada,
tus pasos son mi camino, tu luz mi único destino.
Foto: istockphoto.com
BERNARDA CALVO En realidad no soy capaz de hacer una semblanza de mí. ¿Cómo describir lo que hago o porque lo hago? Como decir quién soy si aún no reconozco mi rostro en el espejo, si escribo para habitar por otro mundo. Todo en mi es incendio, impulso. Escapar de todos lados, de todas las personas.