Para soñar hay que tener paciencia, la paciencia necesaria para esperar que se cumplan los sueños. Pero como tener paciencia no siempre está entre mis virtudes, a mí no me gusta soñar. Me gusta cumplir los sueños. Es que a veces soñar puede traer frustraciones, pero cumplirlos es triunfo y a mí me gusta triunfar. Pero sé también que si no se cumplen mis sueños, es porque quizá no trabajé bien para lograrlos. Y si ya tengo que soñar, prefiero soñar despierta, porque los sueños que sueñas despierta se te meten en el inconsciente, luego se anclan en el subconsciente y luego fluyen en el consiente y ahí es cuando soñar ha valido la pena. Y tú, sí alguna me ves por transitando por alguno de mis sueños, abrázame, que cuando te sueño y sueño contigo, sueño que me abrazas.
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Rosario Murillo, Charo para las amigas, Kitty para quienes saben de mi afición a Hello Kitt. Modelo profesional, mujer, madre, hija y amiga. Emelecista, amante de la playa, la justicia, la verdad, la farra y la alegría. Estudiosa de la belleza en todas sus formas y admiradora de las personas bellas por dentro.