Escuché llover, olí calle mojada y no pude evitar, tuve que embeberme en gotas que sin rocío… me embriagaban, vi la copiosa caída de el agua eterna… me moje en ella, pero el alma siguió seca, (no importa) aquí estoy para que cada vez que las gotas caigan, me tengan.
Foto: okidiario.com
Álvaro López Espinoza
…me presento, soy ese que uds ven en el espejo todos los días