I
Porque…
Cuando la fe en ser humano
había perdido,
afortunadamente te conocí
y ante la profundidad de tus ojos verdes
sin poder resistirlo, sucumbí.
II
Tus palabras nobles y bondadosas me cautivaron,
tus convicciones sobre el respeto por la vida,
tu elocuente frase que llevaré tatuada en mi memoria:
“…Jamás mis manos mancharía con sangre inocente porque
cuando mis manos o traje se manchen, será unicamente
por mi esfuerzo en salvar vidas, nunca para cegarlas…”.
III
Fueron esas frases las que en ese preciso momento
me permitieron darme cuenta
que me encontraba frente a un ser excepcional
quien merecía que le abriera mi corazón
para brindarle mi amistad leal y desinteresada
por sus pensamientos altruistas…por su nobleza de espíritu…
IV
Porque…
Cuando la fe en ser humano
había perdido ya,
tú me la devolviste de manera inesperada
aunque no menos anhelada
desde lo más recóndito de mis febriles deseos.
V
Se embargó mi corazón de gozo
al constatar que sí existen almas gemelas
a las que no necesariamente las une un interés romántico
sino más bien comunes denominadores,
ideales similares, convicciones, principios y valores
que nos identifican de manera absoluta.
VI
Bienvenido a mi vida,
mi nuevo, grato y buen amigo,
conserva siempre esa pureza,
esa transparencia moral
que hace de ti una persona única y diferente.
¡Gracias por devolverme la fe en los seres humanos!.
Foto: desmotivaciones.es
Ab. Brigette Farfán Benítes, Magister en Ciencias Jurídicas Internacionales y Diplomacia, Directora Principal en Sonesta Hotel Guayaquil, Escritora y Poetisa. en www.rincondepoesia.com y Directora-Presidente en Estudio Jurídico Farfán Benítes & Asociados Estudió Derecho Público en Instituto de Diplomacia y Ciencias Internacionales. Vive en Guayaquil
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